martes, 29 de diciembre de 2009

Capitulo Tres: NO VOLVER A ENAMORARME ;)

Si, eso la culpa.
El saber que nuestra relación a fin de cuentas eran solo eso mentiras.
Aquella tarde de domingo primaveral, me acuerdo como estaba sentada en el sofá del porche.
Tintín.
Llaman a la puerta, supongo que será Natalia dispuesta a dar una vuelta o porque no ¿Marcos?
Tal vez todo puedes ser, aunque es del todo improbable.
Cuando llego al teléfono y pregunto la respuesta me deja del todo desconcertada.
Segundos después ante mí está Marta.
No se exactamente que cara he debido de poner, pero me la imagino esa cara de tonta que pongo en las situaciones en las que me siento demasiado cohibida o incluso nerviosa.
No es que no conozca a Marta, al verdad la conozco y muy bien, lleva yendo a mi clase desde preescolar, es esa clase de persona que siempre te cae bien por la buena sintonía que tiene consigo misma y por tanto con los demás.

-Bueno, ¿Te vas a quedar ahí como un pasmarote?.-pregunta mirándome, y no puedo evitar mirarla de arriba abajo, lleva esos pantalones vaqueros cortos y unas pequeñas sandalias de tacón.
- No, claro que no, pasa.- la abro la puerta del porche y se sienta en un lado, aparto el libro que estaba leyendo y me quedo mirándola, está sentada en el sofá con los ojos cerrados mientras un rayo de sol primaveral le da en los ojos y parte de la cara.
No es que me sorprenda la visita de Marta, antes del accidente solía venir a verme de vez en cuando, a fin de cuentas éramos amigas, esa clase de amigas que se ven y se quieren pero no terminan de congeniar del todo, y ahora comprendo que si antes no congeniamos fue porque yo estaba demasiado sumida en mi mundo, como para ver como era ella realmente.
- ¿Quieres algo de beber, Marta?.- Pregunte un poco para iniciar una conversación más que por pura hospitalidad.
- No, gracias. En cambio quiero dar una vuelta por el centro, ¿vienes?
- La verdad, es que estaba leyendo y yo…- no se muy bien que decirla la verdad nunca antes hemos salido por ahí juntas.
- Venga anda te divertirás.¿ Hace cuanto que no sales por ahí como una chica normal?, he visto que ya no sales mucho con Natalia.
- Si, bueno. No se está de exámenes ya sabes, demasiado que estudiar.- un intento nulo de justificarla, ya que todos estamos de exámenes. Y aunque Marta sabe la verdad, no insiste.
- Pues ya esta, vete a vestir. Te invito a un helado.- dice con una sonrisa en la cara.
- Claro, espérame aquí.
Veinte minutos más tarde estamos en el metro dirección Sol.
Marta va hablando tan suelta y alegre como es ella, me cuenta todo su vida, sus problemas, me habla de lo que siente por un chico al que ella realmente no le importa y un par de cosas divertidas que provocan las primeras carcajadas desde la muerte de mi madre.

Una vez en el centro caminamos por las calles, hablando de todo, comiendo un helado, parándonos de vez en cuando en alguna que otra tienda para probarnos un atrevido conjunto que termina en muchas risas y varias fotos divertidas.
Entonces sucedió, me acuerdo que nos encontrábamos justo en plena Plaza mayor, Marta sujetaba la cámara en alto intentado hacernos una foto mientras yo reía sin parar por sus inútiles intentos.
Pero justo en ese momento la sonrisa se me congeló en los labios, abriendo paso a una extraña mueca de incredulidad.
Junto en frente de mis narices una chica Natalia, besaba a Marcos.
Puede que sea tan solo una broma pensé, pero entonces vi, como se separaban y ambos se sonreían y Marcos la cogía de la mano.
Y se que en ese momento algo se rompió dentro de mí, algo que ha provocado que ahora sea como sea, que este defectuosa.
En ese segundo noté como me ahogaba, como me iba faltando el aire e iba dando bocanadas al aire en busca de un poco oxígeno, noté entonces la mano de Marta que me agarraba y en ese momento lo supe me estaba desmayando, la gente a mi alrededor miraba hacía mí y me hacían corro , pero un fue hasta que unos ojos azules de una chica rubia y el chico que tenía entre sus brazos, se posaron en mí, fue entonces cuando perdí la conciencia y caí en un agujero negro.

Mi siguiente recuerdo tiene lugar en el hospital, nada más levantarme pude ver a mi lado a Marta dormida sobre mi cama y con la cabeza apoyada entre las piernas.
Una sonrisa se dibujó en mis labios y supe que había estado allí toda la noche y parte del día anterior.
Entonces comprendí que a partir de ahora no podría separarme de ella.
Poco a poco se fue desperezando.
Cuando me vio despierta la dediqué la mejor de mis sonrisas, a fin de cuentas y por mucho que me costase sonreír, había pasado la noche conmigo, ya que si ella no lo hubiera echo, habría tenido que dormir sola, ya que mi padre estaría muy ocupado.
- Buenos días.- la digo con aire inocente.
- Siento haberme quedado dormida.-
- No importa, lo necesitabas.
Entonces me giro y veo un ramos de rosas rojas metidas en un pequeño vaso de cristal con agua. Le lanzo una pequeña mirada a Marta y basta eso para que sepa de quien son.
Una pequeña tarjeta cuelga de un lateral.
La leo.
Marina.
Mejor dicho Mar, se que nunca te gustó tu nombre completo.
Se tantas cosas de ti…
Que no me imagino perderte por esto, lo siento tanto, pero desde lo del accidente cambiaste tanto…
Se que nunca esto va a volver a ser como antes, pero no quiero perderte.
Te acuerdas de ese día en mi casa cuando juramos que nunca nada ni nadie conseguiría separarnos, no quiero romper la promesa. No por esto.

Te quiero mucho.
Nat.

Pero apenas puedo ver esas últimas falsas palabras ya que mis ojos están anegados en lágrimas.
Te quiero mucho. ¿ Es posible querer a alguien, cuando sabes que la estas dañando a propósito? Yo creo que no.
Es entonces cuando empapada de agua salada estampé las rosas contra la puerta rompiendo el vaso en mil cristales.
Y mis lágrimas se convirtieron en convulsos sollozos, Marta me abrazó y supe que ya no estaba tan sola.

Después de eso vinieron los días sin salir de casa, las miles de visitas de Marta, la única que de vez en cuando me conseguía sacar una que otra sonrisa, las miradas de odio hacia Natalia en el colegio, sus miles de intentos de pedir perdón, el odio que aún le guardo y que no se si algún día se disipará, el que me gustaría guardar a Marcos y el horror de quererle aún en secreto, también vinieron las semanas interminables, las vomitonas causadas aposta, las lágrimas incondicionales, las tardes en el cementerio, las noche en cualquier sitio sin volver a casa, la ignorancia de lo ocurrido por parte de su padre, el sentimiento de soledad y abandono que se formaba en su pecho y sobre todo esa promesa ¡NO VOLVER A ENAMORARSE!




Babi ;)

Comenten y vayan dandome su opinion de si la historia les va gustando :D
muchas graciaas!

domingo, 27 de diciembre de 2009

Vuelta a la rutina!

Salgo a la calle y cierro la puerta del portal.
El calor refrescante de la mañana me golpea la cara con fuerza, pero no impide que siga mi camino hacia el colegio.
Conecto el iPod y me sumerjo en mi mundo.
A los pocos pasos de llegar al colegio me paro y me quito los auriculares pero no lo apago, oigo las risas, las carcajadas y veo a la gente corriendo entre abrazos y sonrisas, día de encuentros de historias sobre el verano y sobre todo día de comenzar algo nuevo.
Suspiro y me encaminó directa a la muchedumbre, intentado pasar desapercibida.
Un par de pasos y estoy dentro, cuando creo que casi e pasado desapercibida un par de manos me tapan los ojos y este gesto vienes seguido por una cálida voz:

- ¿Quién soy?.- dice una melodiosa voz, entre carcajadas.
- Vamos, Mart, que me e ido de vacaciones, pero aun recuerdo tu voz eh!
- Cierto.- dice sin parar de reírse, dejándome los ojos al descubierto y dándome la vuelta de tal manera que quede enfrente suyo.
Ahora estamos cara a cara y al ver esa tez morena ese pelo rubio y esos ojos negros sonrío, mientras veo que Marta también lo hace, Puede que lo siguiente que haga sea un impulso la verdad no lo sé, simplemente me tiro a sus brazos dándole uno de esos enormes abrazos de oso.
Marta grita en medio del patio y se ríe en voz alta mientras yo la hago cosquillas.

- Vale, vale o al final me mataras de tanto reírme!
- ¿De reírte? No lo creo.
- Bueno, bueno ¿Qué tal el verano?
- ¿Qué verano? No querrás decir ¿Qué tal el último mes? Porque que yo sepa nos hemos visto todos los días de verano menos este mes.
- Joder, ya sabes a que me refería.
- La verdad que si
- Bueno ¿ piensas contármelo o te lo tengo que sacar con un sacacorchos?
- Vale, vale. Mucho sol, mucha playa, mucha pasta, abuelos pesados. Italia.
- Pero no me cuentas lo más importante.
- ¿ El qué?
- Italianos.- esto último no lo dice, simplemente lo chilla por todos los pasillos del instituto.
- Si, había muchos de todos los tamaños y edades.- digo sarcástica.
- Pero…¿ conociste a alguno especial?
- Bueno, hubo uno. Pero no paso nada interesante, nos hicimos amigos, bajábamos juntos a la playa un par de días, me besó tal y cual.
- ¿si? ¿Y que más?
- ¿Cómo que más? Nada más. Lo prometí.
- Vamos, Mar, no podías estar hablando en serio, ha pasado casi un año.
- Lo sé, pero me lo prometí, no me volveré a enamorar.
- Yo que tu no lo diría mucho eh!
Y así entre conversaciones y demás llegamos a mi primera clase. Química.
Marta ha elegido el otro el itinerario y este año cursará humanidades, por lo tanto me temo que estaremos en clases separadas.
Justo cuando atravieso el marco de la puerta me giro a tiempo para ver a Marta saludando con la mano, por encima de las voces grito:

- Te e echado de menos.
Y veo como su sonrisa se hace más grande.

Cuando hago mi aparición en clase encuentro esas dos cabezas rubias y se que es el momento de no mirar, de dirigirme a mi mesa sin más.
Dejo mis cosas a un lado y me siento la veo tan como es ella, es increíble lo que ha cambiado en un año, entonces giro la cabeza y veo al chico que tiene al lado, y rectifico es increíble lo mucho que hemos cambiado todos y en tan solo un año.
Al verlos juntos pienso el lo que minutos antes le he dicho antes a Marta.
No volverme a enamorar.
Lo prometí exactamente cuando todo ocurrió, cuando me rompieron el corazón y el dolor de la traición se hizo tan agudo que incluso para los más fuertes les hubiera sido imposible aguantar.
Enamorarse, es como esperar o gritar a voces que quieres sufrir y a pesar de ello es inevitable enamorarse.
Te preguntas por que es tan difícil desprenderse de esa persona, ya que yo me e plateado que si el volviese pidiéndome perdón tal vez…, y la conclusión a la que e llegado es que es por los momento vividos, por los recuerdo compartidos.
Y mientras reflexiono sobre esto mi mente se deja llevar cubriéndose por una leve capa de niebla que nubla mi capacidad de pensar y ahora si, ahora las heridas del pasado empiezan a abrirse.
Apenas un año antes…

Faltaban dos días para la fiesta del decimosexto cumpleaños de Cintia.
Natalia y yo llevábamos planeando el ir aproximadamente un mes, era justo el fin de semana antes de que empezase el curso y nuestros padres nos dejaban ir, me había comprado un vestido precioso pero no tenia zapatos, me moría por uno de esos zapatos de tacón negros tipo botines.
Esa tarde le obligué a mi madre a llevarme a comprármelos después de tanto insistir accedió, pero la cosa no acabó hay.
Estábamos sentadas en el coche de camino a casa y yo solo parloteaba acerca de lo mucho que me gustaban los zapatos, cuando una luz procedente de uno de los faros delanteros de un coche cegó mis ojos, lo siguiente que recuerdo fue un gran impacto que rompió los cristales e hizo que salieran disparados como cuchillos afilados, las sonrisas se habían esfumado dejando paso a las lágrimas, minutos después recuerdo que el coche estaba boca abajo y yo y mama dentro, no se como llegó a quedar boca abajo el coche lo más seguro es que me desmayase, no lo sé.
Notaba como la sangre me recorría la frente y se secaba en mis ojos de tan manera que no me dejaba abrirlos, pero mi madre estaba inconsciente o eso pensé yo.
Cuando estaba a punto de dormirme el sonido de unas sirenas inundó mis tímpanos.
Unas manos de hombre me sacaron del coche y me sentaron en una camilla, de lejos oía la voz de una mujer, pero no la escuchaba, era la misma sensación que cuando empiezas a beber y al principio todo te da vueltas oyes las cosas pero a la vez no las oyes, esa misma.
Pero los ojos no me fallaban, mi madre estaba tendida en el frío suelo y una tela amarillo fosforito cubría su cuerpo, de esas que se ven el los noticiarios cuando resulta muerto.
Lo siguiente que recuerdo es levantarme en esa horrible cama de hospital y oír que llamaban a la puerta… ahí estaba ella con su sonrisa de afectada.

Natalia. Podría decirse que éramos siamesas, no en el sentido literal de la palabra, si no que ella era como la parte que siempre me complementó.
Llevábamos juntas desde pequeñas y ella se había convertido en el mecanismo de mi vida, esa mejor amiga que siempre estaba ahí.
Me alegré al saber que la primera cara que veía era la suya, pero no era solo la suya detrás esta él.
Solo puedo decirte que era la persona que más e querido en toda mi vida y que aún sigo queriendo.
Estaba completamente y perdidamente enamorada de él.
Se que por aquel entonces solo tenía 15 años pero lo nuestro era algo superior en tan solo seis meses le había llegado a querer más que a mi propia vida.
Marcos.
Gracias a sus continuas visitas salí des hospital en dos semanas, las cosas los primeros días no iban bien, pero se turnaban para estar conmigo, recuerdo todo las lloreras que aguantaron por mí y el levantarme de la cama cuando llevaba días sin levantarme o el obligarme a comer cuando no quería.
Pero al cabo de un mes cuando yo pensaba que empezaba a mejorar las cosas cambiaron, Natalia estaba más distante conmigo no se ya nada era como antes, no me contaba sus últimos escarceos amoroso ni nada, Marcos apenas me besaba y siempre que hacía por quedarnos solo las excusas le llenaban la boca.
En aquel entonces pensé que tal vez yo hubiera cambiado demasiado que ya no era la chica de antes y que por tanto todo lo que ellos sentían por mí había cambiado, y de cierta manera había cambiado, pero no por mi culpa.Hasta una semana después no me dí cuenta que lo que los estaba corroyendo era la culpa.



Espero que las guste:)
en el proximo capitulo la historia sobre que paso entre los tres ;)
Besos!

jueves, 24 de diciembre de 2009

Capitulo uno: Fantasmas del pasado!

Hace un año que un recuerdo me persigue, que no deja que llegue a ser yo misma , que me atormenta día si y día también.
Que no deja que lleve una vida normal, que hace que la culpa me corroa, que el dolor se apodere de mis sentidos y que mi capacidad de amar se nuble por completo.
Un recuerdo poderoso, que me persigue cada noche, en cada uno de las pesadillas que tengo con ella.
Hoy hace un año que el corazón de mi madre dejó de latir.
Y no es que se muriera por una enfermedad, no, alguien le arrebató la vida.
No me importa quien fue o porque lo hizo, lo que me importa es que hoy hace un año que nadie me dice lo guapa que estoy antes de tener una cita, que nadie me dice que estoy demasiado delgada, que casi no como, hace un año que nadie me dice que haga la cama cada mañana, ni nadie que me prepare la comida cuando llegó del colegio, hace un año que nadie baila conmigo como niñas por el salón, hace un año que voy al cementerio cada semana..
Y no puedo evitar preguntarme que hubiera pasado si también yo hubiera acabado muerta en ese accidente, si las cosas serían diferentes, si mi hermano tendría el padre que ahora no aparece por casa.
O que hubiera pasado si yo no me hubiera empeñado en comprar esos estúpidos zapatos para aquella fiesta.
Puede que ella estuviera viva, o puede que no.Pero lo más seguro es que las cosas serían diferentes.


Piiiiiiiiiiii!
El estridente sonido del despertador suena en mi oído.
Eso solo puede significar una cosa, las vacaciones han acabado.
Otra vez comienza la rutina, el último curso de secundaria empieza.
Puede que sea la perspectiva de empezar otro curso, lo que hace que mis ganas de levantarme sean nulas.
Pero a pesar de eso, lo hago.
Me bajo de cama apoyando los pies en el frío mármol, lo que hace que un escalofrío recorra mi cuerpo de arriba abajo.
Y me dirijo a la ventana, la abro mientras los pequeños rayos de sol se cuelan por entre el cristal, aspiro el olor de los últimos días de verano.
Septiembre ya esta aquí.
Me voy al baño dispuesta a asearme, cansada de deprimirme pensando en el verano que a pasado ya o en el curso anterior.
Vestirme no me cuesta mucho, unos pantalones cortos vaqueros, una camiseta de hombro caído marrón con tachuelas y unas sandalias marrones, entrelazadas con tacón.
Un poco de raya de ojos, rimel por aquí y por acá, un poco de brillo de labios color rosa pastel y listo.
Solo me queda la prueba final, mirarme al espejo.
Me noto cambiada, puedo decir sin miedo a equivocarme que he cambiado bastante desde el curso anterior.
Mi piel esta bronceada por el sol del verano, mi pelo castaño es ahora más clarito y esta bastante más largo que el año pasado justo por donde siempre lo quise, he crecido un par de centímetros y puedo decir sin equivocación alguna que mi sonrisa es más bonita de lo que nunca fue.
Una vez echas las comparaciones y satisfecha con el resultado me acerco a la habitación de mi hermano, no puedo dejar que llegue tarde el primer día de clase, pero para mi sorpresa esta vestido y a recogido su habitación, me encojo de hombros ante la sorpresa.
- Marcos, baja a desayunar ya.- le digo, pero noto la dureza de mi voz y lo intento arreglar.- que sino vas a llegar tarde.

Me acerco a él y me pongo de cuclillas en frente suyo, le doy un beso en la mejilla, mientras le abrazo y al oído le susurro.

- Estas muy guapo, pequeño.- se lo digo por que se que lo necesita. Necesita alguien que se ocupe de el que le quiera y que le deje ser el niño de siete años que es, y poco a poco me separo y le brindo la mejor de mis sonrisas.
-Hoy hace un año que... - y deja la frase sin terminar mientras unas lágrima silenciosa recorre su mejilla.
-Lo sé, pequeño.- me levanto y le veo ahí tan pequeño, tan fragíl, tan solo.-Venga anda ve a desayunar o llegaras tarde.- le digo intentando no parecer tan afectada como estoy y le doy una palmada en el culo y sale jugando de la habitación.

Yo me quedo ahí quieta sin fuerzas para continuar.
Pasan por mi mente todas aquellas navidades, los cumpleaños o las vacaciones juntos en la playa.
Y noto de repente como me vuelve el dolor punzante en el corazón, la angustia y el no poder respirar, sin fuerzas me apoyo en la cama mientras mis manos secan mis empapadas mejillas.
Me levanto dejando en esa habitación todos los recuerdos estancados una vez más.



Aquí el primer capitulo espero que les guste!
El proximo será el primer día de clasee y empezará ya lo mejor:)
Comenten por favor!
un besoo!

Bienvendidos :)

Hola!
Acabo de crearme este blog y la verdad esque no se muy bien como funcion xD
Pero lo he abierto para poco a poco ir subiendo mi historia.
Estoy escribiendo un pequeño relato a continuación dejaré la sinopsis.



Mar es una chica de apenas 16 años, a la que una serie de terribles sucesos pertuban su vida.
La muerte de su madre.
La traición de su mejor amiga, casi su hermana.
Y la ruptura con su novio.
Ha pasado un año, de la muerte de su madre y un verano desde lo de su amiga y su novio y apesar de creer haberlo superado la vuelta al colegio, hace que se de cuenta de que el pasado no es solo pasado sino también presente.
En este curso va a tener que descubrir como superar un amor que ya no lo es, va a tener que aprender que no todo es lo que parece y que las amigas no siempre son amigas y tal vez descubrir de nuevo el amor.



Babi!